FINCA GUADALQUITÓN, LA RESERVA NATURAL COSTERA DE SOTOGRANDE

Finca Guadalquitón Sotogrande’s seaside nature reserveAunque la mayoría de los complejos turísticos de la costa no lo hayan hecho, Sotogrande ha tenido la excepcional visión de proteger amplias extensiones de terreno y rodearse de naturaleza virgen. Desde los humedales naturales en la desembocadura del Río Guadiaro, que divide el puerto deportivo de Sotogrande y sus zonas residenciales, hasta la extensa Finca Guadalquitón, esta es una región donde abunda la riqueza natural.
 
Ya conocida por su espacioso trazado, exuberantes jardines y opulento verdor, Sotogrande es un lugar donde la naturaleza nunca está lejos. Además de la belleza de los campos de golf ondulados hechos por el hombre, también existen amplias franjas protegidas de humedales, monte mediterráneo cubierto de matorrales, bosques de pinos y playas.
 
La más extensa es la Finca Guadalquitón, una antigua finca de 610 hectáreas que se extiende a lo largo del borde occidental de Sotogrande Bajo y forma una gran zona única junto al mar de paisaje costero en estado puro. Como tal, este maravilloso espacio natural del último bosque costero mediterráneo de alcornocales, matorrales, brezo y dunas que aún linda con la costa, es por esta razón una importante zona de conservación y forma una parte integrante de la vida de Sotogrande.
 
Guadiaro Estuary SotograndeEl paisaje natural virgen de la finca constituye realmente la demarcación occidental de Sotogrande Bajo y forma una barrera verde protectora que recoge las casas de la zona y les añade valor a la vez que enriquece también su calidad de vida. Abierta a los senderistas y los observadores de aves, tanto la Finca Guadalquitón como el estuario del Río Guadiaro son espacios vivos con pájaros de todo tipo, siendo este uno de los mejores lugares de Europa desde donde se puede observar la sorprendente migración de aves entre nuestro continente y África.
 
Por consiguiente, incluso pueden verse especies que no son endémicas de esta región durante su itinerario migratorio anual, entre ellas aves marinas, especies acuáticas e incluso aves rapaces. En la finca también viven pequeños animales de caza, aunque tendrán que levantarse temprano para ver a los conejos, ardillas y tejones que encuentran aquí su hábitat. Querida tanto por las personas que hacen senderismo como por las que montan a caballo, la zona forma un espacio natural rico en vegetación autóctona y restos arqueológicos que datan de la época en que los comerciantes fenicios que venían a la zona admiraban las mismas clásicas vistas de Gibraltar y el Mediterráneo que nosotros aún disfrutamos hoy en día.
 
Imágenes por gentileza del blog Nightingale Trails.

Por · abril 16th 2013